jueves, 4 de octubre de 2018

Hegemonía cultural (Antonio Gramsci)


La hegemonía implica la dirección y dominio de una sobre otra.

Conceptos previos:

Superestructura
Conjunto de elementos de la vida social dependientes de la infraestructura, como por ejemplo: las formas jurídicas, políticas, artísticas, filosóficas y religiosas de un momento histórico concreto. Los aspectos estructurales se refieren a la organización misma de la sociedad, las reglas que vinculan a sus miembros, y el modo de organizar la producción de bienes.

Infraestructura
Está compuesta por los medios de producción (recursos naturales más medios técnicos) y por la fuerza del trabajo (los trabajadores). Juntos constituyen las fuerzas productivas, que estarán controladas por las relaciones de producción (los vínculos sociales que se establecen entre las personas a partir del modo en que éstas se vinculan con las fuerzas productivas, como por ejemplo las clases sociales). 



Para la teoría marxista, la infraestructura es la base material de la sociedad que determina la estructura social, el desarrollo y el cambio social. Incluye las fuerzas productivas y las relaciones de producción. De ella depende la superestructura. En pocas palabras: la dimensión institucional de una sociedad se levanta sobre la dimensión económica. Cambios en la dimensión económica, afectan las instituciones sociales.

Antonio Gramsci plantea que el poder de las clases dominantes sobre las clases sometidas en el modo de producción capitalista, no está dado simplemente por el control de los aparatos represivos del Estado (las Fuerzas Armadas), porque si así lo fuera sería relativamente fácil de derrocar (bastaría oponerle una fuerza armada equivalente o superior que trabajara para las clases oprimidas).

Dicho poder está dado, fundamentalmente, por la “hegemonía” cultural que las clases dominantes logran ejercer sobre las clases sometidas, a través del control del sistema educativo, de las instituciones religiosas y de los medios de comunicación. A través de estos medios, las clases dominantes “educan” a los dominados para que estos vivan su sometimiento y la supremacía de las primeras como algo natural y conveniente, inhibiendo así su potencialidad revolucionaria.




En las aventuras del Pato Donald de las décadas del 40 y 50 era muy interesante ver cómo representaban las sociedades latinas, africanas o árabes.
Aunque nunca se mencionaba explícitamente que estuvieran en países árabes, latinos o africanos, a través de una serie de estereotipos eso quedaba bastante claro. Por lo general eran sociedades atrasadas, ignorantes, supersticiosas. En las aventuras, los patos les daban juguetes (como burbujeros, que los nativos consideraban "mágicos" por su ignorancia) a cambio de oro, joyas y riquezas varias. Luego de la aventura regresaban a Patolandia, la "civilización", que no era más que Estados Unidos.
Por muchos años el cine de Hollywood representó a los árabes como terroristas; a los latinos, como narcotraficantes, etc. Todos esos estereotipos, que son reforzados a través de los medios, no son más que la visión que tiene una cultura (la que produce esos productos) sobre las demás.
El rol de la mujer en la sociedad, quiénes son los "buenos" y quiénes los "malos", y una larga lista de estereotipos son los que la hegemonía cultural reproduce.


Bibliografía: Cuadernos de la cárcel, Los intelectuales y la organización de la cultura, de Antonio Gramsci.

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