jueves, 18 de julio de 2019

Vida universitaria II

Aspectos de la vida universitaria: de la A a la Z

Cómo manejarse en el ambiente universitario

"Ni siquiera sé cuándo empiezo a cursar. Tampoco sé a quién preguntarle".

Las universidades públicas requieren, ante todo, aprender a utilizar la paciencia y la constancia para sortear todos los obstáculos administrativos y burocráticos que se exige apenas para inscribirse. En la universidad somos una gota de agua en un océano de alumnos. Es necesario predisponerse mentalmente para enfrentar con paciencia esos obstáculos administrativos, con el detalle agregado de que nadie nos dará ninguna información servida en bandeja. Los ingresantes (o alumnos primerizos) son identificables por la confusión que manifiestan y que se expresa en situaciones como equivocarse sistemáticamente para localizar el aula donde cursan.

Primeros datos clave:

Tener en claro el nombre de la materia, del docente y de la comisión
Tener en claro dónde se consigue la bibliografía de la materia
Tener en claro las condiciones para aprobar la materia (promocionable, final obligatorio, etc.)


Para aquellos que son nuevos en la universidad y que, por si fuera poco, van solos a cursar (sin sus amigos de la secundaria) puede resultar muy intimidante interactuar con desconocidos en el aula. Sin embargo, es muy recomendable tratar de conocer personas nuevas y compartir con ellos nuestras preguntas sobre la universidad. Muchos también serán ingresantes y tendrán los mismos temores que nosotros.
Cursar una carrera no es solo aprobar exámenes y estudiar: los amigos y contactos que hagamos a lo largo de la cursada podrán ser esenciales en nuestros primeros pasos en la vida laboral.
 

Primeros pasos como estudiante

La disciplina
Curiosamente, no son los alumnos más inteligentes, hábiles o "vivos" los que tienen la trayectoria más exitosa en la vida universitaria, sino los que son más perseverantes y, específicamente, los que son capaces de desarrollar hábitos disciplinados de estudios. Quizás estés acostumbrado a preparar los exámenes la noche antes de rendirlos (fundamentalmente en diciembre y febrero) y eso haya creado una sensación de seguridad que podría llevarte a tomar malas decisiones. La bibliografía que se estudia a nivel superior y universitario es varias veces más extensa y compleja de la que se ve en la secundaria (donde, de hecho, muchos docentes simplemente enseñan resúmenes de teorías). Muchos alumnos posponen el tiempo de estudio por confiar que podrán estudiar los contenidos en unos pocos días y esto no siempre es posible. Notarás que luego del primer parcial muchos alumnos incluso dejarán de asistir a clase.
Hablar con compañeros es también útil para despejar dudas o incluso organizar juntadas de repaso.

El arte de estudiar y de resumir
En el mejor de los casos has desarrollado algún método de estudio a lo largo de la secundaria. Ese método o técnica será fuertemente puesto a prueba en la universidad. Estudiar de memoria (salvo en casos muy puntuales) no funcionará. Probablemente debas desarrollar nuevas técnicas de estudio con base en tu propia forma de ser (a algunos les sirven los mapas conceptuales, a otros el uso de colores o juntarse con alguien para explicar lo que ha estudiado).
No todo el contenido de la bibliografía será considerado importante por el docente; por eso es una buena idea prestar atención a aquellos temas en los que focaliza durante la clase. Procura, dicho sea de paso, prestar atención durante la clase y tomar apuntes (incluso muchos graban las clases en audio con los teléfonos para escucharla de vuelta luego). A veces esos apuntes serán clave para rendir los parciales.

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