lunes, 20 de julio de 2020

Información, educación y comunicación

¿Por qué se insiste tanto con la comunicación?

El rol de la comunicación en las democracias modernas. La información, educación y comunicación (IEC por sus siglas) constituyeron una estrategia de cambio social que trataba de impulsar el desarrollo en las sociedades, tal como se entendía en 1970. La sigla indicaba que se entendía que estas tres cosas no podían ser separadas.
  • Información implicaba la responsabilidad por no solo informar al público, sino también sensibilizarlo y activar la opinión pública a favor de las causas sociales.
  • Educación se relacionaba con la capacitación de la sociedad en las distintas destrezas que hacen a la comunicación, a lo largo de los niveles básico, medio y superior.
  • Comunicación significó no solo divulgar conocimientos, sino prácticas concretas, como la participación popular.
Las tareas principales de esta estrategia son las siguientes:
  • Ayudar a lograr una percepción más amplia de los asuntos para el público en general y para los que toman decisiones.
  • Ayudar a transformar esa percepción en decisiones y comportamientos.
  • Movilizar sectores de la sociedad para que sean más participativos.
  • Ayudar a sostener tal acción en una cierta dirección y sentar las bases para que, en el futuro, las intervenciones de la sociedad sean cada vez mayores.
En pocas palabras. La IEC proponía un programa que se debía desplegar en los países para que cada vez más personas tuvieran más y mejores herramientas para ser sensibles a las necesidades de su sociedad (y en primer lugar conocerlas) y, al mismo tiempo, fueran capaces de realizar acciones concretas como ciudadanos para mejorar la realidad.

¿Qué cambios se produjeron en la sociedad occidental para que esto fuera entendido como necesario?

El ideal de las democracias modernas fue el desarrollo de los individuos, por sus orígenes liberales (parlamento inglés, iluminismo europeo, revoluciones francesa y estadounidense), y fue eso lo que trataron de alcanzar, aunque el concepto mismo de desarrollo fue cambiando a lo largo del tiempo y fue entendido de maneras distintas en momentos diversos.

Después de la Primera Guerra Mundial, en el Tratado de Versalles (1919) se propuso la idea del desarrollo tutelado. ¿Qué es esto? La idea de que las naciones más fuertes y avanzadas debían tener la responsabilidad de liderar y guiar a las naciones más débiles o menos desarrolladas. En aquella época se entendía, desde la Sociología, que el desarrollo de las sociedades era una evolución lineal. Todos los países, si seguían los mismos pasos que las naciones europeas, alcanzarían la modernidad tarde o temprano. Es decir, se entendía que había una sola manera de avanzar: la que había resultado efectiva para los países de Europa occidental.

Así fue surgiendo, poco a poco, un sistema internacional de cooperación (materializado, por ejemplo, a través de la ONU y a través de una serie de acuerdos internacionales que muchos países se comprometían a respetar). En 1966 la ONU declaró los derechos humanos básicos como la base de las repúblicas democráticas en su forma moderna (derechos económicos, sociales y culturales): el derecho a tener un trabajo digno, a tener un sueldo acorde al trabajo, el derecho a tener una identidad, poder expresarse, etc. Los derechos humanos se convirtieron, así, en uno de los tres pilares del Estado de derecho moderno, junto con la división de poderes (poder ejecutivo, legislativo y judicial) y el imperio de la ley (significa que todos, absolutamente todos, debemos respetar las mismas leyes).

La comunicación forma parte de los derechos humanos básicos. Volvemos así al IEC y a la idea de que toda la sociedad en su conjunto, para poder participar en la política nacional y buscar el desarrollo social, debe de ser educada en cuestiones relativas a la comunicación. Esto se volvió cada vez más notorio con el desarrollo de las tecnologías de la comunicación hasta lo que se dio en llamar globalización. Vivimos en un mundo cada vez más hiperconectado, eso no es ya ninguna novedad. Las tecnologías actuales de la comunicación permiten, por ejemplo, visibilizar muchas situaciones ante los ojos del mundo, crear mensajes que pueden tener públicos masivos y destruyeron la idea del consumidor pasivo que existía en el pasado. Hoy cualquier persona puede crear contenido digital y subirlo.

Resumido de La comunicación al ritmo del péndulo: seis décadas en busca del desarrollo, de Carlos Eduardo Cortés.



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