La cuestión de la cultura
Con el surgimiento de los primeros trabajos de Antropología, se tendía a distiguir entre lo "salvaje" y lo "civilizado". Lo civilizado, por supuesto, era lo occidental y la labor del antropólogo era estudiar al "otro", al no-occidental. Claude Lévi-Strauss, sin embargo, propuso una visión distinta.
Lévi-Strauss desarrolló conceptos como diversidad cultural (convivencia entre distintas culturas) y multiculturalidad (parte de reconocer el derecho de ser diferente y del respeto entre diferentes grupos culturales). Este autor afirmó que las personas se relacionan con su entorno a través del pensamiento, no del instinto. Es decir, para él todo era cultura.
Cuando otros antropólogos estudiaron los tótems hechos por muchos grupos tribales, simplemente los asociaron con supersticiones. Los tótems son columnas con figuras talladas de animales, tienen una gran carga simbólica y unen a los miembros de una tribu. Lévi-Strauss, sin embargo, consideró el aspecto simbólico de estos objetos: no es que esas personas se sientan osos (o cualquier otro animal del tótem), sino que admiran algunos de sus atributos y se identifican con estos.
De esa manera, Lévi-Strauss propone abordar los fenómenos sociales como sistemas de signos. Es decir, a través del análisis del sentido que le damos a esos hechos. Las diferencias culturales se explicarían así por los distintos sentidos que cada sociedad genera con los elementos que tiene a mano.
Resumido de Antropología estructural, de Lévi-Strauss.
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