viernes, 6 de marzo de 2020

Galería de falacias


Las falacias son los razonamientos que, aún siendo incorrectos, son psicológicamente persuasivos. Son formas de razonamiento que parecen correctas, pero que cuando se las analiza cuidadosamente resultan no serlo. En algunas el problema es que las conclusiones no tienen relación con las premisas y, por tanto, no pueden establecer su verdad. Sin embargo, son engañosas porque apuntan al estímulo de emociones como el temor, el entusiasmo, la lástima o la agresión. Otras juegan con palabras que pueden tener varios sentidos para llegar a conclusiones que también son engañosas.

Apelación a la fuerza (argumentum ad baculum): Literalmente apela a la fuerza y a la amenaza.

Argumento contra el hombre (argumentum ad hominem): En lugar de atacar el razonamiento de la otra persona, se opta por atacar a la persona misma.

Argumento de la ignorancia (argumentum ad ignorantiam): Se propone que un razonamiento es válido simplemente porque nadie demostró que no lo fuera (o al revés). Por ejemplo, "debe haber fantasmas porque no se ha podido demostrar que no los hay".

Argumento de la misericordia (argumentun ad misericordiam): Se apela a la lástima para que el otro acepte una conclusión.

Argumento de lo popular (argumentum ad populum): Se propone que algo debe de ser cierto porque mucha gente lo cree o lo hace.

Argumento de la autoridad (argumentum ad verecundiam): Se apela al sentimiento de respeto por las autoridades y personas famosas. No es incorrecto que alguien se apoye en la autoridad de un científico como Tesla o Newton para reforzar una teoría científica. El problema es cuando se apela a una autoridad en una cuestión que no tiene nada que ver con su campo de conocimiento.

Argumento de la causa falsa (non causa pro causa / post hoc ergo propter hoc): Pueden ser de dos tipos. El primero es el error de tomar como una cosa como la causa de un efecto cuando realmente no lo es. El segundo implica razonar que, simplemente porque una cosa sucedió antes que otra, deben de tener una relación de causa-consecuencia.

Petición de principio (petitio principii): Para probar una conclusión, usamos la misma conclusión como una premisa.

Argumento de la pregunta compleja: Preguntas que suponen una respuesta a una pregunta anterior que ni siquiera se hizo. "¿Usted dejó de pegarle a su hijo?". No pueden responderse con sí o con no. La pregunta del ejemplo presupone una respuesta afirmativa a la pregunta de si la persona le pegaba a su hijo.

Argumento de la tradición (argumentum ad antiquitatem): Proponer que algo debe de ser verdad porque se viene creyendo así desde hace tiempo.

Argumento de la riqueza  (argumentum ad crumenam): Razonar que algo es cierto solo porque lo propuso alguien con mucha plata.

Argumento de la pobreza (argumentum ad lazarum): Razonar que algo es cierto solo porque lo propuso alguien pobre.

Argumento desde la falacia (argumentum ad logicam): Se afirma la falsedad de algo solo porque surge de un razonamiento contrario a la lógica o de una falacia. Esto es incorrecto debido a que la validez o invalidez de un razonamiento no determina necesariamente la falsedad o verdad de su conclusión.

Argumento de la nausea (argumentum ad nauseam): Consiste en lograr que alguien crea en algo a fuerza de repetírselo muchas veces (como con las leyendas urbanas).

Argumento de la novedad (argumentum ad novitatem): Proponer que algo es cierto solo porque es novedoso.

Blanco y negro: Presentar algo como si solo tuviera dos alternativas.


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