jueves, 2 de agosto de 2018

El efecto de realidad


¿Qué hace que algo nos resulte creíble?

Algo verosímil es algo creíble, de ahí que la verosimilitud es la capacidad de algo de parecer verdadero, aunque no lo sea.

Roland Barthes, en Introducción al análisis estructural de los relatos, plantea el siguiente análisis:

Un relato está compuesto por unidades narrativas. Así, podemos distinguir entre los núcleos narrativos y las funciones catalíticas. Los núcleos son las partes en las que la historia avanza, las funciones catalíticas son los "detalles" que hacen al relleno entre núcleo y núcleo.

En el siguiente fragmento de Caperucita roja:

Érase una vez una niña que era muy querida por su abuelita, a la que visitaba con frecuencia aunque vivía al otro lado del bosque. Su madre que sabía coser muy bien le había hecha una bonita caperuza roja que la niña nunca se quitaba, por lo que todos la llamaban Caperucita roja.
Una tarde la madre la mandó a casa de la abuelita que se encontraba muy enferma, para que le llevara unos pasteles recién horneados, una cesta de pan y mantequilla.
"Caperucita, andá a ver cómo sigue tu abuelita y llevale esta cesta que le he preparado", le dijo. Además le advirtió: "No te apartés del camino ni hablés con extraños, que puede ser peligroso".
Caperucita, que siempre era obediente, asintió y le contestó: "No te preocupes, tendré cuidado”. Tomó la cesta, se despidió cariñosamente y emprendió el camino hacia casa de su abuelita, cantando y bailando como acostumbraba.
No había llegado demasiado lejos cuando se encontró con un lobo que le preguntó: “Caperucita, caperucita ¿a dónde vas con tantas prisas?”.
Caperucita lo miró y pensó en lo que le había pedido su mamá antes de salir, pero como no sintió temor alguno le contestó sin recelo: “A casa de mi abuelita, que está muy enfermita”.

Los núcleos serían:
  • La madre de Caperucita roja le pide que vaya a llevarle comida a su abuela y le indica que no hable con extraños.
  • Caperucita acepta y parte en camino a la casa de su abuela con la canasta, a través del bosque. 
  • Un lobo se le aparece en el bosque y le pregunta adónde va. 
  • Caperucita le revela sus planes.
Todo lo demás no es importante para el desarrollo de la historia: saber, por ejemplo, que la mamá de Caperucita era muy buena cosiendo, que la niña nunca se quitaba la caperuza o que la abuela la quería mucho. Todos esos elementos son catálisis.

En su obra, Roland Barthes considera que las funciones catalíticas son una especie de accesorio o "adorno" del relato, y que no cumplen una gran función. Sin embargo, en un ensayo posterior llamado El efecto de realidad, propone una nueva interpretación: las catálisis son, realmente, muy importantes. Los detalles y las descripciones no solo enbellecen un relato, sino que también le dan una carga de realismo.

En Quién cree a Janet Cooke, Gabriel García Marques reflexiona sobre la capacidad de los detalles para hacer verosimil algo.
(El mundo de Jimmy)
Lo malo es que en el periodismo un solo dato falso desvirtúa sin remedio a los otros datos verídicos. En la ficción, en cambio, un solo dato real bien usado puede volver verídicas a las criaturas más fantásticas. La norma tiene injusticias de ambos lados: en el periodismo hay que apegarse a la verdad, aunque nadie la crea, y en cambio en la literatura se puede inventar todo, siempre que el autor sea capaz de hacerlo creer como si fuera cierto. Hay recursos intercambiables. Si un escritor dice que vio volar un rebaño de elefantes, no habrá nadie que se lo crea, porque el buen periodismo le ha hecho creer al mundo que los elefantes no vuelan. Pero no faltará quien se lo crea si apela al recurso periodístico de la precisión y dice que los elefantes que volaban eran 326. Yo oí contar muchas veces, siendo muy niño, la historia de un cura rural que levitaba en el momento de apurar el cáliz. Intenté contarlo en una novela, pero no conseguía creerlo yo mismo, hasta que cambié el vino por una taza de chocolate, y el cura se elevó como un ángel a dos centímetros sobre el nivel del suelo. Algo de esto debe ser el alcalde de Washington, Marion Barry, pues fue el primero que denunció la falsedad del relato de Janet Cooke. Y no porque creyera que el niño no existía, sino porque le pareció imposible que la madre permitiera inyectarle heroína delante de un reportero.
También en las notas falsas que son compartidas en las redes sociales puede verse este fenómeno.
(Los medios crean realidades)

Mientras que la siguiente afirmación suena completamente absurda,

"Ver dibujos animados puede darte sida".
agregarle una serie de detalles lo convierte en algo que parece "más creíble":
"Un estudio de Marc Wildemberg, un prestigioso epidemiólogo de la universidad de Oxford, ha comprobado que ver más de 6 horas diarias de Peppa Pig aumenta en un 36% la posibilidad de contraer sida".

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